miércoles, 11 de noviembre de 2009

WAWA TRADICIÓN




WAWA TRADICIÓN.

Ayacucho-Perú

En esta fecha del año se celebra el día de todos los santos, homenaje que se realiza a vivos y a los muertos, una tradición que viene desde décadas pasadas, particularmente por la presencia de las conocida wawa tanta que en español quiere decir pan de bebe. Es este un biscocho de añejo dulce que permaneció en el tiempo, cuenta la historia que esto surgió para el regalo a los padrinos.

Si el silencio y la omisión de la gente antigua hubieran permanecido en esta ciudad de Ayacucho, se hubiera perdido las antiguas tradiciones con la muerte de estas personas, pero sin embargo estas todavía permanecen vigentes dentro de la sociedad actual, una sociedad por mas compleja que se va convirtiendo no deja sus costumbres, las cuales se transmiten de generación a generación.

Pero así mismo, en un cuento quechua narra que el nombre de wawa surge después de los carnavales, en circunstancias en que las jovencitas celebraban la alegría y el jubilo de la fiesta con el otro sexo y estos entregaban unos a los otros, quedando embarazada y después de nueve meses de haber ocurrido el desenfreno en muchas familias nacerían los bebes el cual repercute en este tradicional pan. A raíz de esa tradición es donde posiblemente que la wawa es entregada a la madrina y el padrino.

El arte peruano dulcero es algo que se heredo de familia y este biscocho de trigo y harina no es la excepción, el cual es preparado con días de anticipación a la llegada de todos los santos, en este caso al día uno y dos de noviembre fecha en que se recuerda al cielo y la tierra. Es en esta recta final del mes de octubre, donde las familias se reúnen en los distintos hornos de la localidad para manipular la harina, son estos hornos de antaño que se encuentran en las viejas calles de huamanga, como es el horno de Elsa Celina López Morales, a quien decidí visitar para conocer mas sobre la preparación de este pan de dioses, el cual esta ubicada a una casa antes de llegar al arco de puca cruz, es en este su horno donde cada año recibe la visita de más clientes debido a su fama del buen sabor confitero y el prestigio que esta posee por sus biscochos y dulces que se preparan todos los días, siendo además la ganadora del premio a la excelencia en la preparación de wawa llevado acabo el año pasado en la feria de canan. Una tradición que viene practicando Elsa Celina desde su infancia y que la heredo de su abuela margarita Alarcón Suárez, trasmitiendo su sabiduría a su hija victoria Emilia Morales Alarcón madre de Elsa Celina, una tradición que se fue transmitiendo de generación a generación y ahora ella dejara ese legado a su hija a quien se la encontró con las manos en la masa.

Para realizar una verdadera wawa es necesaria una preparación muy exigente, después de amasar los ingredientes este debe madurara para posteriormente darle la figura necesaria, y después visitar el horno. Dando una figura al de un bebe y un caballo los panaderos van construyendo el biscocho, con una forma artesanal que solo ellos lo saben hacer.
En la actualidad han aparecido diversos hornos en la ciudad, pero no son tan tradicionales como los antiguos hornos que se construyeron aquí, por que el horno debe ser a base de leña para que mantenga el sabor tradicional. Con una temperatura adecuada que permita su cocción uniforme, la misma infraestructura debe ser de piedra laja traída desde las espaldas del cerro Acuchimay. Es por todo esto que el pan sale con un sabor único y diferente y que comparado con otros panes preparados por hornos industriales, da mucho que desear.

Para una buena preparación se tiene que seguir todo un proceso. Después de la maduración de la masa conforma de wawa hacen su ingreso al horno, donde el calor hará los suyo y cocerá el pan es ahí donde la espera se hace larga, pero las latas van saliendo uno por uno con un aroma que se filtra por todos los sentidos, manteniendo un color que hace recordar a los pueblos andinos. Pero Ayacucho no es la única ciudad donde se preparan las tradicionales wawas, así como me dijo Don Ignacio Cárdenas López, que a sus más de 70 años todavía recuerda como anteriormente era la preparación de la wawa de esos tiempos, y que si tuvo este señor la oportunidad de comprobar el sabor de las wawas de los distintos departamentos y que precisamente ninguna se parece a la wawa ayacuchana. Muchas de las wawas que las familias ayacuchanas preparan en los hornos huamanguinos, es para enviarlos a familiares que se encuentran en otras ciudades, como la capital y en algunos casos son exportados hacia el extranjero, para ser situada ante los mejores panes del mundo, pero son estas tradiciones que todavía permanecen en el tiempo y seguirán para otras generaciones.

Es mucha la acogida que tiene este biscocho de la wawa que las panaderas ayacuchanas tienen que salir e instalarse en las calles de Huamanga para poder venderlas y junto a ellas están los infaltables ingredientes de este manjar de andes.

UNA HOJA MIL LETRAS


UNA HOJA MIL LETRAS
Ayacucho-Huamanga
Siendo un poco mas de las cuatro de la tarde llega el atardecer con un frió viento, y con ello el recital de escritores y poetas de la ciudad, reunidos en la residencia de estudiantes, compañeros de clases y personas ajenas a la universidad, convirtiéndonos así todos en el publico espectador, es entonces, que para dar inicio nombran al organizador del evento "Urbano Muños" y lo llaman el “Caminante”. Quien es el autor de haber convocado a muchos talentos artísticos para esta tarde de letras. Es en este lugar, donde escritores de la más renombrada selección de la localidad hacen su ingreso, todos con el fin de recitar el verso perfecto y llagar a la exquisitez del conocimiento y quedar inmortalizado en la cabeza del publico, todos queriendo penetrar con un tiro negro pero certero en la mente y corazón de la audiencia.

Jóvenes que van forjándose en el camino de la vida, como Alex. Un joven de cabello largo y anteojos con un bolso colgado entre el hombro, con una personalidad que muy pocos dejan pasar desapercibidos. Y al igual que el gato, la canción, la radiografía de él la vimos todos. Pero que es un recital sin regalo, fuera de los poemas y libros que se otorgan al publico que quiera participar y formar parte de la presentación se preguntan, pero, la respuesta esta ahí con nosotros mismo, desde el inicio de la función hasta la ultima palabra de agradecimiento que hacen los expositores al regalarnos ese algo que ellos tienen y nosotros no, como la sabia moraleja que se obtuvo mediante el cuento de el oso y el tigre quienes van en busca de el país de Panamá, llevados por el placer de comer plátanos dejando atrás el suave sillón donde se recostaba y veían caer la noche guiados por un sueño, pero que muchas veces ese sueño esta ahí, tan cerca que no la vemos. Pero sin duda Atilio rivera Alarcón, quien nació en Huamanga en 1945, docente de literatura, abogado, y poeta deleito con su cuento en quechua dedicado a la juventud y a todos los perros que hay en ella, manteniendo ese estilo en sus textos de trovador nato, lo cual muestran su diferentes premios obtenidos como Cantares y Retazos Históricos de mi Perú.
Lo que para unos el tiempo no significa nada, para otros es crucial cada minuto que pase, con sus 70 años José Antonio Sulca Effio todavía no ha podido dejar ese vicio de la poesía, quien a su avanzada edad nos deleita con su inquebrantable voz, ni la edad ni el trajín de los días no frenan a este hombre sarcástico, ni la ausencia de Lena, ni las dificultades de la vida harán que el mundo se quede sin poetas ni escritores, porque son ellos quienes pueden combatir la fuerza con una palabra, como es el caso de Willy del Pozo, quien ha cultivado la poesía y la narrativa, es así que en 1998 crea El colibrí lírico. Pero es en este año 2009 que escribe El sendero luminoso del placer. Pero que es un poema sin sentimiento, acaso son las huellas que estos hombres van dejando tinta en el papel, son ellos quienes poseen la libertad absoluta de nuestras vidas.